“Solo teníamos que volver a hacer volar al dragón. El edificio cuenta con tanta historia que no fue necesario crearle una. Tiene tanto carácter, tanto ambiente y tanta energía que nos enamoró desde el primer día. El Dragón es Madrid. Queríamos crear un sitio que acogiera a los visitantes como lo hizo hace muchos siglos. Así hemos hecho renacer la vida en la Posada del Dragón. Nosotros sólo somos un paso más en su historia y cada visitante que deja su huella hace que permanezca viva”.
Oscar el POSADERO & Lars.